“Los chicos pierden todo a menos que haya alguien cuidándolos. Y si tus papás están demasiado jodidos como para hacerlo, tal vez debería hacerlo yo.”
Eso le dice Chris Chambers a Gordie Lachance mientras yo lloro.
Gracias a Dios no soy varón.
¿Viste cuando jugás a que sos alguien más, alguien distinto a vos, y te podés imaginar llevando una vida de esa forma? Imaginás cómo sería trabajar en política, vivir en Mykonos, tener un gato o jugar al pádel. Bueno, hay muchas cosas que creo que podría ser; que querría ser. Un varón no es una de ellas.
Me pasa lo mismo con mi cumpleaños. Cumplo el 25 de marzo. Esa fecha está completamente alineada con quien soy. Me identifico con ella. No me puedo imaginar cumpliendo años ni el 7 de enero ni el 13 de agosto ni el 9 de noviembre. No tendría sentido para mí haber nacido otro día. No tendría sentido para mí ser varón.
Es difícil dar una explicación de por qué agradezco ser mujer y por qué no me gustaría ser varón, sobre todo ahora que vivimos en un mundo donde las definiciones están más sueltas, menos claras. No sabría ni decir qué es una mujer o qué es un varón. Hay demasiadas experiencias como para poder elegir un par de palabras que engloben por completo lo que eso significa. Es más intuitivo lo que me pasa a mí: se siente tan correcto ser mujer, que por eso no puedo siquiera concebir la idea de ser un varón.
No entiendo a los varones. Y, a pesar de eso, a pesar de tener comprensión nula de cómo piensan o qué los motiva a actuar de la forma en la que lo hacen, creo que las amistades que construyen entre ellos son de las cosas más lindas que hay en este mundo.
Chris y Gordie. Los poetas muertos. Will y Chuckie. Joey y Chandler. La Scaloneta. Mi papá y sus compañeros de colegio. Mis amigos.
Me encanta ser testigo de un varón encontrando un hermano en el mundo, alguien que le haga un lugar y que lo acepte por completo. Las mujeres también tenemos ese tipo de amistades. No es una cuestión de género; es una cuestión humana. Pero somos más obvias. Está más dado por hecho que las mujeres nos abrazamos y nos decimos te quiero. Tal vez es por eso que las amistades entre varones se quedan tanto conmigo. Son más taciturnas, hay que hacer silencio para escucharlas. Y es en ese silencio donde los varones encuentran refugio del mundo que les dicta cómo ser hombre, donde bajan la guardia y lloran en el hombro de un amigo.
Es ahí donde Chris Chambers le dice a Gordie que lo va a cuidar.